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El Gran Premio de 1962, la pista de Caguas y sus carreras olvidadas

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Corredores e historiadores mantienen viva la memoria del desaparecido circuito de Caguas, uno de los templos del automovilismo puertorriqueño En colaboración con Sofía I. Adorno Díaz Autos de carrera trepan una de las cuestas de la pista de Caguas  (Suministrado por: Luis Mariano Muñoz) La Tarima · La Tarima: La pista de Caguas Actualizado en 24 de noviembre de 2022: Se removió una atribución imprecisa. U na tarde de noviembre hace setenta años atrás, Caguas fue testigo del poder del automóvil. Sus bosques y plantíos retumbaron por horas con el cantar de pistones y el rechinar de llantas mientras 8,000 espectadores dieron fe de como un bólido de aluminio se apoderó de las laderas criollas junto al resto de sus rivales. Érase una máquina magnífica, tan feroz como hermosa, de flamante color carmesí y curvas elegantes: un chasis de la Fórmula 1, uno de los carros más rápidos del mundo. Al conquistar la bandera a cuadros para finalizar la carrera, su joven conductor Roger Searle Pensk

Sin alternativas para moverse, los peatones en Mayagüez ceden ante la supremacía del auto

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Aunque los gobiernos municipales reconocen la necesidad de transporte público eficiente en el oeste de Puerto Rico, las necesidades de su población continúan desatendidas Una parada abandonada adorna la carretera PR-2 frente a Western Plaza, en Mayagüez (Ian M. Acevedo Colón) M ayagüez se desajusta cada viernes. Cuando la jornada semanal concluye y la universidad cierra sus portones hasta el lunes, el éxodo laboral y estudiantil marca un vacío en la población del municipio. De la noche a la mañana, desaparecen las filas en los negocios, los viajes en auto que duraban cincuenta minutos ahora duran solo veinte, las rutas alternas se vuelven innecesarias y el abarrote del casco urbano frena casi del todo. Los siete andenes de su cavernoso terminal de carros públicos se encuentran completamente desolados, ya que no hay servicio de guaguas. Llegó el fin de semana y María Jiménez Socha está varada en su casa. Si tuviera cómo moverse, lo haría, explica encarecidamente. Jiménez Socha n